viernes, 25 de mayo de 2012

DISCURSO DANIELA RIVAS U.


Hermana Directora
Sres. Autoridades comunales
Autoridades eclesiásticas
Profesores y padres apoderados
Compañeros y gente asistente.

Qué nostalgia causa recordar aquellos sueños de niños de llegar a cuarto medio y sentirse los más grandes, pero creo que puedo tomarme la atribución de decir que para todos, estar en esta etapa ya es un sueño hecho realidad y que no nos sentimos los más grandes, sino aún unos pequeños niños que siguen soñando...
Me siento emocionada al estar frente a ustedes en este momento, compañeros con los cuales desde hace ya varios años hemos vivido las mejores experiencias y que sin duda no se borrarán de nuestra mente.
Llegamos al final de un proceso muy anhelado, habiendo ya pasado muchas etapas, enfrentando cada una de ellas con las dificultades que se nos imponían, saliendo adelante para llegar hasta este punto; en donde podemos mirar hacia dos horizontes: uno que nos mostrara el pasado y que nos daremos cuenta de todo lo que logramos o lo que nos queda por lograr y mejorar, recordaremos todas esas instancias de felicidad en las cuales sentíamos que no existía nadie más que nosotros, tantos problemas, experiencias, aventuras, sentimientos y sueños; sueños que nos permiten mirar hacia nuestro futuro, todos somos capaces de lograr lo que con tantas ganas deseamos, tenemos la fortaleza y virtudes suficientes para ser las personas que queremos ser,además contamos con el apoyo de muchas personas que son las mismas que nos han apoyado durante toda esta etapa escolar, nuestra familia que nos viene apoyando desde el primer día de nuestras vidas, los profesores que sin duda alguna nos dejaron mas de una enseñanza y los amigos que están ahí, junto a nosotros en todo momento.
No puedo dejar de mencionar a esas dos personas que hicieron posible a toda costa que estuviéramos aquí, ayudándonos a enfrentar cada problema, sacrificándose sin cesar para que estuviéramos lo que necesitáramos: nuestros padres, que son lo mejor  que nos ha entregado el mundo. Hoy a ellos les decimos "gracias por todo".
Debemos seguir caminando, hacía lo que anhelamos y si nos caemos levantarnos orgullosos y seguir triunfando, recordando lo que decía nuestra Madre Teresa de Calcuta: " Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras estés vivo, siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías vuelve hacerlo. No vivas de fotos amarillas...sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti"
Gracias.

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